Se trata de un sistema en que los elementos que sustentan las placas de acabado o revestimiento se fijan directamente sobre el muro portante.
Encontramos anclajes puntuales de dos tipos:
- Anclajes regulables tridimensionales, que permiten conseguir un aplomado perfecto de la fachada, independientemente del estado del soporte
- Anclajes sin regulación, están formados por una única pieza que no permite más regulación que la que nos permita el taladro en el momento de su fijación.
De cualquier forma la cámara de aire resultante es bastante limitada, lo cual habrá de ser tenido en cuenta a la hora de elegir el aislamiento y su espesor.
En función del material de revestimiento, es posible elegir entre diversos métodos de enganche:
- Pasador o pivote por el canto de las piezas. Anclaje oculto, suele requerir mecanizado de las placas (taladro puntual)
- Uñetas o patillas en los cantos de las piezas. Anclaje oculto, suele requerir mecanizado de las placas (ranurado puntual o continuo)
- Anclaje o tornillo a través de las piezas. Anclaje oculto, suele requerir mecanizado de las placas (taladro pasante)
- Anclaje por el trasdós de las piezas. Anclaje oculto, suele requerir mecanizado de las placas (taladro embebido)
- Anclaje de uña vista. Anclaje visto, sin mecanización
MARCAS CON LAS QUE TRABAJAMOS
